En un mundo que nos pide ir lo más rápido posible, el slow travel nace para combatir el turismo masivo y se centra en buscar que los viajeros tengan realmente una experiencia coherente con la del ciudadano del lugar que visitan. Lo ideal es que conozcan la gastronomía local, sus paisajes, calles e idioma.

Para quienes disfrutan del slow travel  sus destinos de preferencia son en mayor medida los pueblos que las grandes ciudades. También, prefieren disfrutar del entorno en largos paseos, deteniéndose a hablar y conocer a las personas, los procesos y experiencias que se viven en el lugar que visitan.

Además, el slow travel es una manera más sostenible de conocer nuevos destinos puesto que ayuda al medio ambiente debido a que no explota ningún recurso natural de forma extrema como tiende a hacerlo el turismo al que estamos acostumbrados.  Aquí te compartiremos algunos tips que te ayudarán a tener una gran experiencia de slow travel. 

Si puedes caminar hazlo: 

Esto te permitirá conocer más a fondo el ritmo de la ciudad y sus calles internas. Podrás aprovechar este espacio además para descubrir nuevos detalles de su cultura como lo que puede ser un ¨cazador de tendencias¨ ¿Qué tienen de especial sus fachadas?, ¿Cómo se visten las personas en este lugar?, ¿Descubriste algo nuevo? 

Tener un diario de viaje: 

Aumentarás tu creatividad, estarás más pendiente de los detalles y estimularás tu memoria y capacidad de recordar. Se vale todo: desde guardar servilletas de los lugares que visites, tiquetes y hasta entradas de museos. 

Ser flexible y no ser esclavo de itinerarios: 

Está bien que agendes los lugares que quieres conocer y las experiencias que esperas tener en este lugar, pero no te cierres simplemente a ellas. Permítete salirte del horario y lo estipulado así conocerás más lugares y vivirás una experiencia más cercana a la realidad de quienes habitan este lugar que visitas.